Una de las de las funciones importantes que
tiene el Animador sociocultural es la difusión de las expresiones artísticas y
la promoción de artistas. A través de actividades o proyectos el animador debe
ser creativo y realizar acciones enfocadas a buscar el interés del público. Las
herramientas para este fin son tantas como la imaginación que tenga el TASOC, encontramos:
Ferias, concursos, talleres, crowfounding, etc.
Por otra
parte, es importante obtener apoyo desde todos los agentes sociales, una manera
de atraerlos sería hacerles entender la necesidad que tiene la comunidad en
cubrir sus inquietudes artísticas. Además, puede llevar a una mayor
dinamización de la economía, un incremento de intercambio cultural entre otras
partes del mundo, así como el enriquecimiento de la propia cultura local y
revalorización de esta.
Lo más
interesante que proporcionan la difusión del arte es la aportación a la
ciudadanía hacia transformar, movilizar y promover valores relacionados con el
positivismo optimismo pragmático teniendo siempre en cuenta los principios de
democracia cultural. De este modo, se crean espacios en donde surgen nuevas
ideas que llevan a la movilización ciudadana y a la sensibilización individual
y colectiva.
Por tanto,
se trata a fin de cuentas de favorecer el desarrollo de una sociedad que desde
el diálogo creativo surgen nuevas fórmulas par a resolver los problemas
latentes de nuestra sociedad.
Me ha resultado interesante el último descubrimiento
sobre personas que buscan transformar la sociedad, esto son la Liga de
Optimistas Pragmáticos se trata de una organización que busca impulsar proyecto
desde sus 8 princiopios:
- Optimismo
ambicioso: hay que estar preparados para soñar con el futuro.
- Desbanquemos
el cinismo como pensamiento dominante.
- Todas las
personas que hacen cosas buenas están comprometidas con un proyecto que va
más allá de sí mismas.
- Hay que
basarse en los hechos objetivos, no en lo que creamos. Basarse en el
método científico. Pensar como un ingeniero y no como un político. Si
quieres salvar el mundo, piensa como un ingeniero.
- Las ideas
deben compartirse, no protegerse. Cuando las ideas se comparten se
confiere poder a las personas en lugar de ejercerlo sobre ellas.
- No pasa
nada si te equivocas. Lo irresponsable es no intentarlo. Equivocarse es
creativo. Lo peor es no hacer nada por miedo a equivocarse.
- Somos lo
que hacemos y no lo que tenemos intención de hacer. No imaginemos lo que
podríamos llegar a ser, pongámoslo en práctica: no procastinemos.
- Un
proyecto grande debes plantearlo como un torneo de 10 rondas, donde cada
vez que lo intentes perderás una batalla menos. Así, cuando lleves 6
batallas la balanza del éxito empezará a inclinarse a tu favor.
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